Estandares internacionales

Estandares internacionales

Con el avance de la informática y el aumento de las amenazas a la seguridad, surgió la necesidad de un estándar de cifrado más seguro que pudiera adaptarse a las demandas de una sociedad cada vez más digitalizada. A finales de la década de 1990, el AES (Advanced Encryption Standard) fue seleccionado como sucesor del obsoleto DES tras un riguroso proceso de evaluación organizado por el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) de Estados Unidos. AES, basado en el algoritmo Rijndael desarrollado por los criptógrafos belgas Joan Daemen y Vincent Rijmen, fue oficialmente adoptado en 2001 y se convirtió rápidamente en el estándar global para el cifrado de datos.

AES se destacó por su eficiencia y robustez, gracias a su diseño que permite operar con claves de 128, 192 o 256 bits, ofreciendo distintos niveles de seguridad según las necesidades. A diferencia de DES, AES es resistente a ataques de fuerza bruta debido a su clave más larga y su compleja estructura basada en sustituciones, permutaciones y operaciones matemáticas en bloques de 128 bits. Su diseño también fue optimizado para implementarse eficientemente en hardware y software, lo que lo hizo ideal para una amplia variedad de aplicaciones.

La adopción de AES marcó una nueva era en la seguridad de la información. Hoy en día, es utilizado por gobiernos, empresas y particulares en todo tipo de sistemas, desde la protección de datos confidenciales en infraestructuras críticas hasta el cifrado de dispositivos personales como teléfonos móviles y computadoras. AES también se convirtió en el estándar para protocolos de seguridad como SSL/TLS, que aseguran la privacidad y la integridad de las comunicaciones en Internet.

El éxito de AES no solo reside en su capacidad técnica, sino también en su estandarización internacional, que permitió su adopción universal y garantizó una base común para proteger la información en un mundo interconectado. Este algoritmo sigue siendo una pieza clave en la criptografía moderna, estableciendo un precedente para futuros estándares de seguridad.

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