Aparición de sistemas polialfabéticos

Aparición de sistemas polialfabéticos

Con el desarrollo de la criptografía en los siglos XV y XVI, surgió un avance significativo: los sistemas polialfabéticos. Entre ellos, la célebre cifra de Vigenère marcó un antes y un después. Este método, atribuido al diplomático francés Blaise de Vigenère, utilizaba múltiples alfabetos de sustitución para cifrar un mensaje. La innovación principal radicaba en que la misma letra del texto claro podía encriptarse de formas distintas dependiendo de su posición y de una clave predefinida. Este nivel de variabilidad añadía una complejidad que dificultaba enormemente la interpretación no autorizada.

En su tiempo, la cifra de Vigenère fue considerada “indescifrable” y representó un salto cualitativo frente a los sistemas monoalfabéticos, que ya eran vulnerables al criptoanálisis. La introducción de múltiples alfabetos rompió patrones predecibles, complicando los análisis basados en frecuencias de letras. Este avance consolidó la criptografía como una disciplina más sofisticada, destacando su importancia estratégica en un contexto histórico donde la información era un recurso clave en conflictos políticos, militares y religiosos.

Volver a la lista